jueves, 6 de marzo de 2014

Charla con Antonio Ortuño



Hoy
tenemos un invitado muy especial. Además de ser un gran cocinero, este artista es mi vecino en la Gran Manzana. Es la primera vez que nos encontramos y me han dicho que es un gran conversador. Toco el timbre de su apartamento, cuya entrada parece una zapatería. Su habitación es escenario de un diario fotográfico en el que muestra sus modelitos. He decidido que gusto no le falta.


                                                 


Bienvenido, Antonio Ortuño, háblame, háblame. Pero háblame, sobretodo, de amor. ¿Has preparado alguna vez manzanas al horno?

- Claro. Y no es cocinero nadie que no haya cocinado las manzanas al horno con mucha azúcar arriba para que estén bien dulzonas.

El fruto prohibido tiene mucho jugo y tú, querido Antonio, lo sabes exprimir. En tu trabajo el amor va y viene desde las primeras obras. En tu vídeo “For love/Ejections”, a ritmo de tambor vas lanzando contra la pared nombres de amantes que caen amontonados en el suelo, junto a unas piedras con forma de corazón. ¿Es una pieza muy triste? Quiero decir, Es una pieza muy triste. ¿No?
- No es triste, es una pieza liberadora de hombres.
Barbie Guerra no tiene nada que ver en esto

Tomo nota. No quisiera parecer irreverente. ¿Cuál es la etimología de tu apellido?
- I am sorry, ese día no fui a la universidad, fui a comerme un Banana Split, creo que más sugerente pero, mira por donde, ahora quedo fatal después de 20 años.
Pues sí, un poco fatal. “My last pose with Kike” es otra versión de la pérdida, quizás mi favorita. ¿Pretendías hacer un tutorial de Pilates? ¿Cómo se llama Raffaella Carrá?
- La realidad supera la ficción en este video; mas orgánico imposible.
 "My last pose with Kike"

Totalmente orgánico. Sin dejar esto de la pérdida, te vi en una plaza con los ojos vendados y una bandeja con una copita rota. ¡Qué melancolía, Antonio! ¿Ese era tu vaso roto de los besos? Se escueto y no te enrolles.
- Si no me hubiera dormido y caído al suelo aun estaría allí esperando.

¿La antropología se inventó en la cocina o en la oficina?
- En mi caso, en la cocina porque allí es donde todo se cuece mejor.

¿En la cocina todo vale? El café además de acompañar una charla agradable, ¿puede utilizarse en un plato salado?
-No tomo excitantes.

¿Y algún appetizer especial para Nochevieja, tipo gambas al oleoducto?
- Un pulpo a la brasa lo mejor.

Venganza en Nueva York

“The lie is obsession and false the truth”. Esta frase está tapada por un chorro viscoso en tu proyecto “Escapes and lies”. En uno de los vídeos corres como Benny Hill por la casa de Paris Hilton. Cerca, un dibujo en la pared que representa una valla. El confort y la huida es el preámbulo de otro proyecto más reciente, “My american oncle”, ¿Estoy inventándome cosas?
-Qué lianta eres, no mezcles churras con merinas que los comisarios se van hacer un lío.

Y quién no, querido. ¿Fusionarías Mary Poppins con Cazafantasmas o no te gusta el arte africano?

 
-No creo en las brujas y menos en los iluminados.
Con Rosa Pérez en su programa de radio Fluído Rosa

Pues imagina que llegas a casa y encuentras una rata de 80 kilos saltando de alegría.
-Hasta que no se vaya no vuelvo.

Ahora que en el arte está tan de moda las cartografías, ¿qué tal funciona el grindr en NY?
-Yo tengo un teléfono que solo tiene un ring y ahí lo descuelgo y hablo, solo eso. ¿Grindr?, ¿eso no era lo que decía todo el tiempo Chiquito de la Calzada? Me lías.

Volviendo a “My american oncle”, este proyecto trata sobre la desilusión. Tiene una foto, mi favorita, en la que un hombre se dirige hacia el interior de la selva vistiendo únicamente zapatos y sombrero. ¿Adentrarse desnudo en lo desconocido?
- Nunca sabes lo que tienes delante, ¿por qué no?

Te pareceré un poco obsesionada con “My american oncle”. ¿Sabes que el recién fallecido Alain Resnais ya utilizó este título en 1980?
- Ni idea. Yo de cine fatal y de memoria más, pero tú eres mala queriéndome dejar como inculto.

Ay Antonio…te estás portando mal. En su película, el doctor Henry Laborit  explica una teoría sobre el comportamiento humano con  tres historias paralelas sobre la frustración y la resignación. Por ciertas circunstancias, René debe afrontar un posible despido, Janine debe renunciar a su amante y Jean, a su carrera. 
-Nos tendremos que pegar una sesión de esas maravillas filmográficas ya que eres tan lista, o mejor dicho, sabihonda, no?
Hasta aquí hemos llegado, Antonio. Pues sí, hijo, tengo tres carreras: una en cada media y la tercera en Cuenca. Para despedirnos, y me largo ya, Antonio: pide un deseo. No vale la paz mundial. Pide, qué se yo…una termomix, un antílope, un mapa de Nebraska. A ver, ¿Qué deseas?
- La paz mundial 





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