Foto de Marcelo Aurelio
2. Si somos más de playa, como te decía, no vamos a la manga del Mar Menor ni a Costa da Morte. Antes que agitarnos con las palas y poner un parapeto ridículo sobre la arena preferimos hacer un espectacular posado en medio del océano viendo pasar la bulba de un Transatlántico.
3. A las travestis nos gusta salir a comer un bocadillo de mortadela, no por nostalgias sino por el color de este embutido, es como pantalla de pasión, da color, vida, armonía. Mira estas dos amigas mías filipinas montadas en un zapato de mil caballos camino a devorar un montadito delicioso en la city de Marikina, ¿no son lo más? Buen provecho chicas.
4. Decía que lo de las palas en la arena no, pero eso no significa que nos disguste darle marcha al cuerpo y nuestro cuarto destino es allá donde pille un POLE DANCE, palo y a bailar. Aunque surgió en clubs londinenses en los ochenta no hace falta ir tan lejos, un andamio ya vale. Mi teoría es que el pole dance nació en el Titánic, que se balanceaba más que las ecuaciones químicas. Mira mi amiga Aurelia cómo la aplauden y mira Razinger, es una lokarra.
6. Un formidable destino de vacaciones es un geriátrico para travestis. En esta maravilla arquitectónica pasa temporadas mi abuela, que es travesti. Y la tuya, también. ¿No lo sabías?
*Y Vera Icon veranea en Pompeya.
8. Lugares con vibraciones anarquistas terroristas soberanistas troskistas. Queda bien hacerse el selfie "junto a" y decir que es cosa tuya. Por ejemplo mi amiga Jeni dice que estranguló a Copito de Nieve y Sandra, que ha volado esta la estatua de Ronald Reagan en Pensilvania. Sandra, eres como Paris Hilton, más tonta que un melocotón. Creo más elegante desatornillar la placa de mármol de Santa Teresa de Calkuta, que queda ideal en el patio con unas hortensias.
Mi amiga Sandra, pobre. Ahora se ha hecho troskista.
9. Nos encanta cualquier ciudad que tenga un museo de vanguardia, buenos vergnissages, centros de arte decentes donde discurrir con distinción, una copita, un canapé, mi tío de América...o ir al museo un miercoles vacío para estrenar traje de sastre y peinado de heroína Hitchcockniana. Me deleito en un torbellino de mezcolanza barroca y Beuys no está mal...pero nada más provechoso y original que el moño de Carlota de Entre los muertos.
10. A Carlota le encantaría: las tierras de Mordor, espíritus, uija relámpago, viaje astral, poseimiento total. Mientras la gente se pasa las vacaciones en Sephora, nosotras nos entregamos a la alquimia demoníaca y a la telequinesia desbocada. FIN
El espectro de la Infanta Cristina en el cuerpo andorrano de la Ratas.