jueves, 23 de octubre de 2014

Pervertida entrevista de Avelina Lésper a Cindy Pelma





-Bienvenida Cindy,  en nuestro anterior encuentro me entrevistaste tú a mí y fue muy agradable.
-Así es, Avelina. Es un placer disfrutar tu simpatía.
-Nunca te has considerado artista.
-Lo de ser artista no viene con preaviso. No es como un médico que te dice: “vamos a operarte”, no, no es así. Un día despiertas y te ves la cara transfigurada, descontextualizada a tope, en las antípodas de Sarah Ferguson.

-Entonces ¿crees que el arte es algo involuntario?
-Responde a impulsos superiores y necesarios, luego tú los arbitras y reconduces dentro de un holograma conceptual.  Gestos mínimos, una uña que se te rompe en el cerebro.
-Así que el artista con su mano de Midas transforma en oro cualquier cosa que toca. Todo el arte es un objet trouvé, no hay nada en el arte que no exista en la realidad. ¿Cómo diferencias lo que es arte de lo que no?
-Salta a la vista, mujer.

-Yo soy crítica de arte y considero que lo que tú haces no es arte. Pasemos a revisar lo que llamas arte, tu arte.
-Okey.

-Comenzaste con lo que llamáis normalmente intervención urbana.
-Así es, Avelina. Yo caminaba por la calle estudiando un mesocarpio cuando me encontré frente a una esculturilla en bulto redondo y le di un viaje.



-¿Cómo?
-La mandé a Mesopotamia de un manotazo.

-¿Esa fue tu intervención artística, Cindy pelma?
-Así es, una descontextualización en toda regla. El resultado me gustó bastante. Al principio tuvo impacto, pero en general tuvo muy buena acogida en el barrio, eso me animó a ampliar mi proyecto a otras ciudades de la EU, tuve muy buena onda en el facebook y en el twitter, así que seguí dándole. Creo que mi obra tiene que ver con el consumismo comunista, por eso llevo una bolsa en la cabeza, es mi imagen.

 
-¿Cómo se llama esta pieza?
-S/T,  queda espectacular en la peana. Me encanta la palabra peana. Y la palabra poena también.

-¿Y todo te encanta. Eres taaan moderna?
-Para nada. Soy muy conservadora. Yo era monja y no me gustaba el pornoterrorismo, me gustaba el porno tradicional.

-Anda, haberlo dicho antes…
-Las artistas solemos cansarnos fácilmente de nosotras mismas, sobre todo cuando no tenemos mascota y trabajamos en alguna línea post estructuralista, como es mi caso. Entonces aposté por medios más sofisticados, al mismo tiempo que recuperando elementos emancipatorios.

-¿Qué hicistes pues?
-
Comprarme una maza.



-Cuando estoy frente a un proyecto no quiero que se me eche el día encima y me lanzo, creo en el ímpetu, debo ser la reencarnación de un pintor impresionista, quizás Toulouse Lautrec, que era enano igual que tu cerebro. Luego cojo el coche y salgo corriendo a otra ciudad y me lío a hacer arte, me encanta, pasión. Joder qué escalofríos.



-No sabía que conducías.
-Sí, soy una persona con muchos registros. Me encanta Picasso. Siempre he admirado su cubismo, así que pensé en homenajearle. Todo lo que sea homenaje me tira. Le di con la maza a la Virgen porque el romanticismo es un pretexto para esclavizar a la mujer. El resultado ha dado pie a una nueva serie, “eraser head” o “cabeza voladora”. 
-Obvio. Eres un homenaje a la estupidez.
-Mira qué bonita queda bajo el ibiscus. Esta cabeza está en proceso de restauración. El arte moderno tiene la rara peculiaridad de restaurarse antes de producirse. Lo mismo sucede con los comisarios.
 


-No sé qué decir.  
-Obvio, viniendo de una crítica de arte.









-Y aparte de Picasso, ¿cuáles son tus pintores favoritos?
-La escuela del Manzanares. Siempre me ha flipado la pintura. ¡Me encanta! Pensé que debía hacer algo con colores, pasión, telemática, no sé. Entonces se me quedó grabada una frase de una película de Conchita Velasco: “nació pintando”, que en inglés es “action painting”.



 -Soy muy sensible. Se me nota.

-...
-Nunca utilizo montacargas. Soy mujer ultraconservadora.  

-Ya para terminar, háblame ahora de tus proyectos de futuro.
-Hace un año me ofrecieron dirigir un instituto de arte, en principio iba a llamarse Marina Abramóvil, pero vieron que no iba a funcionar y le han puesto mi nombre: Cindy Pelma Institute.  Enseño el método Cindy, y vaya si funciona, sobre todo con la zozobra  espiritual, es casi patagónica, nunca había hecho un desfile en canoa. Mis alumnos son inmigrantes, cantantes catalanas y españolas, de todos lados. Aquí en la foto dos de mis alumnas en clase de dibujo. Tienen una perversión sexual.



-¿Cómo se llaman?
-Las dos son pervertidas sexuales.




  















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